Fantasmitas planchados en la esquina, avisándole a los tipos enlatados hacia donde deben seguir
paredón pelado, en ladrillo vivo, tan viejo que se amigó con la vegetación
la espumosa diferencia entre los aplausos y el alboroto de las hojas y el viento
milagros, acechando desde la alcantarilla, tan muertos de vergüenza, que jamas van a salir
imposible no encorvarse en esa caminata, en la que el alma va sentada sobre el esqueleto
si mi luz decide apagarse antes que yo, que le voy a hacer... transitare oscuro.
si mi luz decide apagarse antes que yo, que le voy a hacer... transitare oscuro.