Ni se le
había ocurrido, hasta ese
día, que
podría llegar a pasar.
Había caído del cielo muy
rápido y por poco lo logra
Sin embargo supo actuar a tiempo.
El
pájaro Dominguero que sale a cazar los domingos a la tardecita
casi le arrebata su felicidad, pero ella, alcanzó a tapar su sonrisa.

3 comentarios:
existen ciertas fragilidades que el tiempo hace recordar. no solo en la cacería o en el aterrizaje, o en la niñez y su fantasia.
cuando observo tus fotos...reconozco tu identidad, tu esencia.
Diego.
Guau, qué buen comentario Diego. Fuera de joda, es muy profundo y cierto. En cada foto-palabra de Darío, se repite él mil veces.
La primera vez que veo escritos sobre días domingos no tan depresivos ni llorones.. mis felicitaciones por ser distinto al resto..
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