Me propongo hacer unas lineas
traer ese licuado de energía, baile y tormento
desde la terraza del cráneo, hasta las manchas naranjanegras
que pegajosas, adhieren el pincel a los dedos.
Me acomodo, me estiro, prendo un pucho y lo ensucio.
Acrílico, apenas, aguado, azul
todo con A de Hacer, sin H, sin su sonido
mi silencio, tirando cascotes a una voz rebotadora
un ego agitador, dormido a pinceladas
arruyado, con mate, con joggin, con estufa al costado.
La imagen, no se forma ni sale, sugiere
mantiene un dialogo entre el ojo, el lienzo, la mano y el tipito que esta adentro
el tipito, que engancha las lineas, que festeja una mezcla de verde y violeta.
Me alejo de las conversaciones recientes, de la voz de ella en el teléfono de anoche
de las caras despabiladas que nunca llego a alcanzar
huyo del polvo en las pestañas, el mismo que levantan las bombas de la tele
los viejos resecos de humanidad, las putas famosas alimentadas a ratting.
Hundido, en lo profundo, entre un volcado remolcador del Riachuelo y los perros
hechos un nudo en los escalones de madera.
El dolorcito de espalda, el coso con agua de todos los colores formando un solo gris
imagen, que no es imagen, es mas.
Es un momento sin dueño, sin sueño, conmigo.
5/8/09
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1 comentario:
Hermosa descripción de ese momento: la tela, los pinceles, los colores, y uno... todo potencial. Me identifica. Saludos.
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