cada tanto

A veces se caen unos pedazos de mi
de consciencia, de fantasía, de condición
a veces los esquivo o los pateo
pero casi siempre los piso y me resvalo
y tengo que levantarme, con la espalda dolorida,
el costillar golpeado desde adentro.
A veces goteo
una pérdida, una fisura, una pena
y las gotas se hacen nieve, hielo
y eso también resvala.
De vez en cuando me olvido que tengo sombra
y me abraza, fuerte, se vuelve a mi
como tinta, se esparce por capilaridad, por todos lados
y entonces no me queda otra que sentarla a upa
y escribir algo.