Estás ahí
con el culo en la silla
los dedos a centímetros del teclado
sosteniendo con un hilo
la pared del silencio
hipnotizado por el hueco sonido
de tu voz.
Queriendo gritar
estornudarle al mundo
tu única posesión genuina
con un viento tan fuerte
como para dormir de pie
rejuvenecer el molde
que tiene cautiva el alma
Rebelde
ahora, ya!
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