13/3/17

Justo antes de dormir

Te rendís ante le obligación de tener que acostarte, vas a la cama herido de horarios
Y al tocar la almohada fresca, surgen las culpas, las respuestas que llegan tarde, lo horrendo que todavía no pasó, pero puede pasar.
Y ahí, indefenso con tu sábana, pensás en no pensar, en adelantar la película para ver el final y listo.
Pero aunque parezca que el telón anuncia un pozo, un abismo
Ahí están los sueños, a veces crueles, a veces tibios, a veces... obvios. y es ahí, cuando tenés que soltarte la soga del cuello y hacerla herramienta.
Darío Mastrángelo. 03/2017