Reacción en cadena con candado.

Das una vuelta, el mundo gira tu alrededor
y te quejás del mareo
casi, no es nada
casi, no sirve
huevo frito sin yema
buzón en cuotas con interés.

Volvés caminando para atrás, sin mirar,
por la senda de brazas y vidrios
el placer de hacerlo te retuerce,
el sufrimiento inspira, pero cuidado
tomá un respiro de calma.

El frió de ser lo peor
cada vez es mas intenso
sábanas de cinismo
frazada de culpa ajena
almohada de perdón.

Y contás tus desgracias
esperando que te "feliciten" con compasión
que te abracen fuerte, mientras tenés esa sonrisa en los ojos
mientras otros mastican alambre oxidado
vos te revolcás en la cama de clavos, para volver a mostrar las heridas.

Y después de soñar en un hombro del subte
tratás de dormir y reencontrarte con tu pesadilla
y ya ni las moscas querrán acercarse a tu cuerpo, tu voz, tus silencios
tus ojos inquietos, buscando el premio al mejor rebelde de marca registrada.

El que te perdona y sufre al hacerlo, te quiere desde el propio vacío,
desde sus electrones
hasta que el banquito se corre
cruje el cuello...
pero el cuerpo que cuelga
no es el nuestro.