23/11/10

701 velas encendias.

Se clavó un puñal en la pierna, para liberar la presión que sentía por dentro
la de la sangre hirviendo de normalidad, oscureciéndose de aburrimiento
haber hecho el agujero en la pared, después de tanto llevársela puesta
dejar que la herida quede por encima de la cicatriz
amar el movimiento del mar, de las gaviotas colgando en sus cejas.

Así, supo, que su vida era un error, el error mas vivido, mas lleno, mas atesorado
de eso se trataba, errar antes, ser humano después.

1 comentario:

Katherine R. Vasquez Tarazona dijo...

Las figuras son geniales.. me abruma pensar en la sangre oscureciéndose de aburrimiento. Muy viral, muy bueno. Gracias!