18/11/09

Pinceladas

Sillón de chocolate
se amolda al cuerpo y lo saborea
cortinas de jamón, dejan pasar polvo de luz
arriesgando una palabra, ahogándola en la encía
se escapa un suspiro encascotado
como el terreno ganado al mar
empujándolo, sumergiéndose en él.

Se abrazan como las hojas de la lechuga
hasta que el calor-color se asusta y se mancha encima
se hace, y no deja hacerse mas.

Dictador del terreno en blanco
luminoso abismo, silencio violento
excesivo repulgue para una empanda casi vacía
vacío que llena de dudas, dudas que responden al miedo
y ese terror terrenal a que se rompa la yema del huevo frito.

La hinchada agitando desde la paleta agrietada
desparramados en mezclas, secándose, arremolinándose
cantos y gritos en tenor multicolor
la revolución aceitosa, apuntándole
a la bandera blanca, vencedora solo...
si hay empate.

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